EL JAZZ comenzó a utilizarse en el cine de Hollywood en los años treinta y cuarenta como parte de la comedia musical.
Sin embargo es EN EL CINE
FRANCÉS donde el jazz se utilizará de forma más significativa, como fondo
dramático de las películas de los años 50 y 60.
El mejor ejemplo de aquel histórico cambio fue
sin duda la extraordinaria película y mejor banda sonora: Ascensor para el cadalso (Ascenseur pour L'échafaud) de Louis Malle (1957), cuya música fue grabada por el genial trompetista de
jazz Miles Davis mientras visionaba la película.